Por Roque Benavides, presidente del directorio de Buenaventura.Recientemente tuve la ocasión de viajar a China y visitar el puerto de Tianjin, que ha sido tomado como referencia para la construcción del puerto de Chancay. Esta experiencia me permitió ver de cerca la infraestructura y eficiencia que han convertido a China en una potencia mundial.De los ocho puertos más grandes del mundo, seis se encuentran en China, y esto es resultado de una visión clara y una ejecución eficiente, aspectos a incorporar en nuestro camino hacia el desarrollo. Tianjin es un ‘smart port’, parte de una red global de puertos inteligentes que optimizan sus operaciones con alta tecnología. Huawei ha estado a cargo de parte de los trabajos de conectividad que potencian la eficiencia de Tianjin y está trabajando también como proveedor tecnológico del puerto de Chancay. Uno de los pilares del éxito chino es su orientación hacia la meritocracia. El talento y el esfuerzo son valorados y recompensados, generando una clase empresarial y técnica altamente capacitada. El Perú necesita replicar este enfoque en el sector público y privado. Si bien tenemos potencial, solo podremos avanzar si priorizamos el mérito y la capacidad.