Fue una sesión vergonzosa y para el olvido. Con varios meses de retraso, el Pleno del Congreso debatió los informes de la Comisión de Ética Parlamentaria que recomendaban suspender por 120 días a los legisladores Juan Carlos Lizarzaburu (Alianza para el Progreso) y Jorge Flores Ancachi (Acción Popular), y por 60 días a Katy Ugarte del Bloque Magisterial. Sin embargo, en ninguno de los tres casos los parlamentarios acogieron la sugerencia al pie de la letra y las propuestas se modificaron sin sustento válido arguyendo que no existía proporcionalidad entre la falta y la sanción.