La minería ilegal es uno de los principales problemas que afronta el Perú. Es una actividad que, además de deteriorar los ecosistemas y depredar la riqueza mineral, se conecta con diversos delitos como la trata de personas, el lavado de activos y la corrupción, entre otros; y cuya erradicación se dificulta por sus estrechos vínculos con las organizaciones criminales.Ante esta realidad, la respuesta del Estado ha sido insuficiente. El Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) demostró su inutilidad al contar con más de 80,000 inscritos y solo formalizar a 2,081. En tanto, los operativos de interdicción, pese a superar los 570 en lo que va del 2024, parecen no afectar las estructuras que sostienen esta actividad ilícita.