Era su secreto mejor escondido. Desde el año 2019, el polémico conductor de televisión Andrés Hurtado, más conocido como ‘Chibolín’, es apoderado del narco peruano más poderoso de los años 80 y 90, Demetrio Chávez Peñaherrera, alias ‘Vaticano’, quien denunció al exasesor de Inteligencia, Vladimiro Montesinos, de pedirle dinero para que pueda transportar cargamento de cocaína, en avionetas, desde las localidades de Uchiza y Tocache, en San Martín, hacia Colombia. Así lo reveló el programa Cuarto poder en un informe en el que muestra los documentos de poder entre Hurtado y Chávez Peñaherrera. Según estos, ‘Vaticano’ le entregó su representación tres años después de abandonar el penal Miguel Castro Castro tras haber estado preso 22 años por tráfico ilícito de drogas y falsificación de documentos en agravio del Estado.