El gobierno de la presidenta Dina Boluarte finalmente se decidió a promulgar el anticipado decreto de urgencia (DU) que sirve como salvavidas financiero para Petro-Perú. Sin un aporte de este tipo, la petrolera estatal no habría sido capaz de cubrir pagos mínimos a proveedores pasado fin de mes, y posiblemente se hubiesen gatillado ratios de solvencia que demandarían liquidar la compañía.El salvataje llega demasiado tarde. Como se sabe, el directorio nombrado por la junta general de accionistas (JGA) -el Ministerio de Economía y Finanzas y el Ministerio de Energía y Minas- en febrero de este año presentó el martes su renuncia. Este venía solicitando al Ejecutivo desde mayo una decisión sobre el futuro de la empresa, pero el Gabinete liderado por Gustavo Adrianzén prefirió dar largas hasta que la situación se hizo insostenible y quedó claro que el directorio no tenía ya el respaldo de la JGA. Según investigaciones de este Diario, el punto de quiebre habría sido la exigencia de parte de la propia presidenta Boluarte de colocar a Óscar Vera, extitular del Minem y líder sindical de Petro-Perú, como gerente en la empresa. Sin ese nombramiento, el DU no salía. Ante la presión, el directorio no habría tenido más opción que renunciar.(Edición domingo).