EL EJECUTIVO Y EL PARLAMENTO SUPERAN SUS DIFERENCIAS

Sonrieron y se saludaron diplomáticamente. Quien no hubiera escuchado -en la víspera- a la presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas, acusando a la titular de Comercio Exterior, Mercedes Aráoz, de ser la responsable de mellar las buenas relaciones entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, no habría adivinado que la escena era un gesto protocolar.Aun así, la aparente 'reconciliación' entre la ministra y la legisladora sirvió para aliviar, aunque sea temporalmente, la tensión que en las últimas horas se apoderó del gabinete y del Legislativo, a raíz de la airada respuesta de Cabanillas frente a la preocupación de Aráoz por que se debata un proyecto de ley que restituye la obligación de los casinos a pagar impuestos.Fue la titular de Comercio Exterior y Turismo quien, sorpresivamente, acompañada por el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, llegó al Palacio Legislativo para enfrentar a quienes, horas antes, en la plenaria matinal, reclamaron que les "dé la cara" y les "ofrezca sus excusas" por señalar que habría lobbies que estarían influyendo para que la iniciativa antes citada no sea aprobada.