En las últimas dos semanas, El Comercio ha venido publicando varios informes sobre la situación de Pataz, la provincia peruana en la que más claramente se pueden apreciar los estragos que causa la minería ilegal y que, al mismo tiempo, sirve como una advertencia del país que podríamos llegar a tener si el Gobierno y el Congreso no se toman en serio el desafío que esta economía -que genera unos US$6.000 millones al año- supone para nuestro Estado de derecho.Pero la minería ilegal no podría haber alcanzado esas dimensiones (unas que superan a actividades delictivas harto rentables, como el narcotráfico) sin la inacción de diferentes autoridades ni conexiones de peso. Y la última de ellas en ser revelada es la de Andrés Hurtado, más conocido como ‘Chibolín’, un personaje que ha tenido una vida azarosa en la que se ha desempeñado como comediante, ‘showman’ televisivo, lobbista e incluso asesor de políticos.