La ciudadanía la tiene clara. Ocho de cada 10 peruanos están convencidos de que Juan José Santiváñez, actual ministro del Interior del gobierno de Dina Boluarte, está en el cargo única y exclusivamente con el fin de defenderla de los procesos que afronta y no para combatir al crimen organizado y la delincuencia común, que competen a su sector y que tanta zozobra causan en el país. Los indicadores de la encuesta de Ipsos que presenta hoy Perú21 son contundentes: el 82% considera que Santiváñez es el escudero de Boluarte en las investigaciones policiales y judiciales por el caso Rolex, por el que se presume que la mandataria habría incurrido en los delitos de enriquecimiento ilícito y cohecho pasivo impropio (soborno). La firme respuesta del Ministerio Público y de la Diviac, división de la Policía Nacional que allanó a fines de marzo el domicilio particular de la mandataria y el mismísimo Palacio de Gobierno, habría sido el detonante para que, un mes y medio después, en la quincena de mayo, buscaran y encontraran un alfil servil a los intereses de turno y lo hicieran jurar como ministro del Interior. Ese era Juan José Santiváñez.