La situación financiera de PetroPerú ha alcanzado su punto más crítico desde los años 80, cuando el país enfrentaba los inmensos costos de las aventuras empresariales del Estado, que significaron pérdidas económicas de hasta 5% del PBI al año. Ante las fallas de gestión y el sobreendeudamiento, su directorio actual ha declarado la insostenibilidad de la empresa, ofreciendo como alternativas su reestructuración o liquidación.Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), la gestión ineficiente de PetroPerú ha generado un alto costo para el Estado. En términos reales, desde el 2013, la empresa ha recibido garantías con fondos del Estado por S/10.800 millones para operaciones de endeudamiento vinculadas a la NRT, importaciones de crudo, combustibles y derivados, y el aumento de su capital de trabajo. Adicionalmente, entre el 2017 y 2022, el Estado le ha transferido S/5.700 millones en aportes directos de capital para asegurar la solvencia de la empresa y S/3.700 millones en condición de préstamo para el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y de corto plazo.En total, hasta el 2024, el apoyo financiero a PetroPerú asciende a S/20.200 millones. Estos fondos podrían haber financiado la ejecución de 100 colegios de alto rendimiento como los que se construirán en Cusco, Huancavelica y Pasco, y 40 hospitales de mediana complejidad como el de Villa el Salvador; y aún quedarían fondos equivalentes al doble del presupuesto asignado al programa Juntos en el 2024.(Edición domingo).