Claro que se ha dado un giro. Pese a lo que intentan aclarar fallidamente el primer ministro y el nuevo canciller, el discurso de este Gobierno no es el mismo ya desde hace algunas semanas sobre la crisis en Venezuela.Sin esa fiereza con la que suele defender a la presidenta, Gustavo Adrianzén se muestra ahora tibio cuando se trata de calificar de dictadura al régimen de Nicolás Maduro o de reconocer a Edmundo González como el ganador de los comicios, tal como lo hiciera hace poco más de un mes el saliente canciller Javier González-Olaechea, en la OEA y ante el mundo entero, fijando la posición de nuestro país sobre el fraude chavista. El premier se ha atrevido ahora a negar esto, señalando que nunca hubo un comunicado oficial de Presidencia reconociendo al candidato opositor como el vencedor de las elecciones.