Por Omar Mariluz Laguna, director del diario Gestión.¿Cuán largas y filosas deben ser las garras del "Señor Don Gato Ron Ron" que se posa en el tejado de Palacio de Gobierno para que la presidenta Dina Boluarte considere hoy volver a colocar en la dirección de Petroperú a personajes cuestionados por su falta de transparencia, en medio de una de las peores crisis que ha vivido la petrolera estatal?El problema es que la presidenta no solo ha rechazado el plan de reestructuración propuesto por el directorio transitorio liderado por Oliver Stark, que plantea, entre otras cosas, la entrada de un gestor privado e independiente, sino que, además, está dispuesta a remover a todos sus integrantes y colocar en la presidencia a Pedro Chira, quien ya ocupó ese cargo anteriormente, y a Óscar Vera en la gerencia general, quien fue ministro de Energía y Minas y es un reconocido líder sindical de la empresa petrolera.Esto ocurre después de que, el pasado 28 de agosto, la mandataria se reuniera con estos dos personajes, así como con Enrique Bisetti, exviceministro de Hidrocarburos y exasesor del cuestionado Hugo Chávez Arévalo, quien dirigió Petroperú durante el Gobierno de Pedro Castillo.La pregunta es si el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, y el de Economía, José Arista, ambos miembros de la Junta General de Accionistas de Petroperú, aceptarán una decisión de este tipo. Sobre todo, cuando fue precisamente el titular del MEF quien removió públicamente a Chira de la presidencia de la petrolera y acusó al directorio que presidía de mentir al Consejo de Ministros y a todo el país.