La industria de petróleo y gas atraviesa por una penosa situación que solo se compara con la de "un enfermo terminal al que se la ha quitado el respirador" y que boquea por sobrevivir. Así, en palabras de María Julia Aybar, presidenta del comité sectorial de hidrocarburos de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).Evidencia de ello es la mengua en la producción de petróleo, ocasionada por la paralización de un sinnúmero de operaciones en la selva norte (lotes 8, 192, 67 y 39) debido a conflictos sociales y ambientales.Y, no menos alarmante, es también la disminución de nuestras reservas de gas natural, las cuales se han reducido a la mitad en los últimos ochos (de 16,1 a 8,4 trillones de pies cúbicos), lo cual significa que solo tenemos stock para 16,7 años de consumo, y no para 35 o 40 años, como se estila decir comúnmente.Esto, debido a la total ausencia de nuevos descubrimientos desde el año 2013."El tema es que no hay un solo hallazgo importante desde el 2013 en gas natural, e igualmente en el caso del petróleo", indica Carlos Bianchi, ex gerente de exploraciones de PerúPetro.La razón para ello es sencilla, y es que la inversión en exploración en el Perú es casi inexistente.