Por Santiago Pedraglio.En "¿Minando el Estado de derecho? El caso de los mineros informales de oro en el Perú" ("Democracia asaltada", Rodrigo Barrenechea y Alberto Vergara, eds., Universidad del Pacífico, 2024), la politóloga Zaraí Toledo Orozco llama la atención sobre los grupos extractivistas informales, al mismo tiempo que demanda no tener en mente, al nombrarlos, solo a los "carteles o señores de la guerra". Pone énfasis en que el poder de los productores informales de oro radica sobre todo "en la capacidad de integrar económicamente a sectores excluidos" (p. 277). A partir de eso, subraya la importancia de que el Estado conozca cómo accionan "sus competidores a nivel subnacional" (p. 278).Por ejemplo, son sustantivas, explica la autora, las diferencias entre la explotación de oro informal en Madre de Dios y en Ayacucho. En Madre de Dios "hay una minería aluvional (en los ríos) que no requiere una costosa inversión o trabajo en conjunto". Esta característica ha promovido el desarrollo de "una élite minera que rápidamente pudo concentrar la mayoría de las tierras ricas en oro e incrementar su poder extractivo" (p. 288).