LOS CIEGOS Y EL ORO
26 de agosto de 2024

El territorio peruano tiene zonas exentas de la ley y del alcance de la justicia. Su espacio geográfico es definido, pero su influencia tóxica irradia sobre todo el país e incluso fuera de sus fronteras. Entre las más emblemáticas y peligrosas se cuentan el Vraem (ubicado en la intersección de cinco regiones al centro y sur del país), La Pampa (Madre de Dios) y La Rinconada (Puno). No sería excesivo incluir a estas alturas al distrito de Pataz (La Libertad) entre estos epicentros criminales ajenos al Estado de derecho.Ayer, El Comercio publicó un reportaje de su Unidad de Investigación en el que se ilustra con nitidez los beneficios que se obtienen de la minería ilegal en Pataz. Ahí no hay mayor motivo para esconder signos exteriores de riqueza: casas con piscina y canchas de fulbito, camionetas de lujo, cuatrimotos para niños, grandes hoteles y centros de entretenimiento, todo a la vista de quien quiera visitar el lugar. El gobierno regional, la policía, la fiscalía, el Ministerio de Energía y Minas (Minem), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la Sunat, todos saben que en la zona hay mucho dinero sucio procedente de la extracción ilegal de oro y actividades criminales conexas. Ninguno piensa intervenir seriamente.