La bancada aprista no está dispuesta a que el presidente Alan García le dé más 'jalones de oreja' y, menos aun, que le 'sople la pluma' por todo lo que ocurre en el país. Eso explica por qué, pese a la coincidencia inicial que había en el grupo oficialista para que la discusión sobre la aplicación de la pena de muerte para terroristas se postergue, ahora, de buenas a primeras, y previa llamada de atención del mandatario -que ayer mismo reiteró que no retrocederá en este objetivo-, un sector del Apra impulse el debate con un apresuramiento inusitado y sin medir las consecuencias. En esta tarea, el partido de gobierno ha encontrado el respaldo de los voceros de otras bancadas políticas. Gracias a ello, la Junta de Portavoces acordó ayer incorporar el controvertido asunto en la agenda de la legislatura ampliada, que se desarrollará en apenas cinco sesiones, entre el 10 y el 19 de enero próximos.