Los cuerpos sin vida de cuatro personas, que se dedicarían a la minería artesanal, fueron hallados en una ladera, cerca del centro minero La Rinconada, distrito de San Antonio de Putina, región Puno. Según las primeras investigaciones, se presume que las víctimas podrían haber muerto en el interior de una mina y luego haber sido trasladadas. Los cuerpos presentaban diversas laceraciones. Se investiga si las heridas fueron causadas por una explosión o por armas de fuego, lo cual definirá las teorías de la investigación.