Eduardo Salhuana, flamante presidente del Congreso de la República, no solo ha defendido los intereses de mineros ilegales e informales. También abogó por un sentenciado por tráfico ilícito de drogas ante el Tribunal Constitucional (TC).Según una resolución a la que accedió El Comercio, el hoy titular del Legislativo buscaba que el TC se pronunciara a favor de que el Poder Judicial cambie el tipo penal por el que había sido condenado su patrocinado. Esto es, que la Corte Suprema varíe su condena agravada por una calificación menos gravosa a la que fue sentenciado T.L.P.R., su cliente en ese momento.Cabe precisar que, antes de ser abogado de mineros ilegales y también de un sentenciado por tráfico de drogas, Salhuana ya había asumido cargos en la función pública: fue congresista de la República por Renacimiento Andino durante el período 2001-2006, y se desempeñó como ministro de Justicia en el gobierno de Alejandro Toledo, desde febrero hasta agosto del 2005. Antes de ello, fue diputado desde el 27 de julio de 1990 hasta el 5 de abril de 1992.