Sería mucho pedir que el Congreso, al momento de elaborar sus iniciativas legislativas, haga un análisis serio y consistente del impacto que las leyes que impulsan tendrán en la economía. Es que ni siquiera consideran lo más básico: el modelo de negocio de las empresas a las que sus propuestas afectan. Esto ha quedado demostrado legislatura tras legislatura. Y nada indica que vaya a parar. Es más, según un informe que publicamos recientemente, hay al menos 10 proyectos que pondrían “en jaque” a las empresas (Gestión 09.08.24).