La información es clara. El sueldo mínimo o remuneración mínima vital (RMV) se puede convertir en un problema si se aumenta por puro populismo o politiquería barata. Es todo lo contrario a lo que nos venden políticos y analistas que no entienden nada de economía. La finalidad del RMV no es convertirse en el sueldo promedio, sino ser justamente un mínimo que choque con la formalización y el crecimiento de las empresas.