El gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima Núñez, tuvo que escapar de la ciudad de Huanta, a bordo de un helicóptero del Ejército, tras ser atacado por una turba en el estadio municipal de dicha ciudad. La embestida contra Oscorima Núñez se dio luego de que firmara una serie de compromisos con diversas organizaciones sociales de base y regantes de Razuhuillca, de la cuenca del Cachi y representantes de Huamanguilla, Iguaín, Luricocha, Santillana y Chaca para poner fin a la huelga antiminera indefinida que acatan hace cinco días. En estos acuerdos, el gobernador regional se comprometía, entre otros puntos, a que el 22 de agosto se iba a retirar definitivamente a todos los mineros ilegales que ocupan dichas cuencas y que, según los huantinos, contaminan las fuentes de agua que los abastecen.