Con el paso de las horas, la situación de Nicolás Maduro y la de quienes defienden su inexistente triunfo dentro y fuera de Venezuela se complican. En la noche del martes, el Centro Carter, una de las dos únicas misiones mínimamente creíbles -la otra es la de las Naciones Unidas- a las que se les permitió observar los comicios del último domingo, emitió un contundente pronunciamiento en el que afirma que dicha elección "no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática".Fiel a su estilo, la respuesta de Maduro ha consistido en atacar a la institución ("¿cuántos comunicados sacaron ustedes cuando Donald Trump denunció fraude en las elecciones donde nombraron presidente a Biden?", preguntó en una rueda de prensa con medios extranjeros ayer) y en anunciar que presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que certifique su fraude.