Por Iván Slocovich Pardo, director del diario Correo.La postulación de Eduardo Salhuana a la Presidencia del Congreso ha hecho que salten a la luz los oscuros antecedentes de este personaje vinculado a la minería ilegal que genera explotación sexual infantil, contaminación, abusos laborales y evasión tributaria, y que como no podía ser de otra manera, viene de Alianza para el Progreso (APP), el partido de César Acuña que ya desde hace unos años se ha convertido en una gran cantera de impresentables de la política.Lo grave es que estamos saliendo de la nefasta gestión de Alejandro Soto, otro ahijado de Acuña, que en su año en el cargo jamás dio la cara a los medios debido a sus dudosos antecedentes, y se la pasó contentando a los trabajadores del Congreso regalándoles plata de todos los peruanos. Ahora el dueño de APP se alista a tener a otro de sus peones al frente del Poder Legislativo con el apoyo de las bancadas que buscan participar en la Mesa Directiva que encabezaría Salhuana. Cuando se cree que el Congreso ya no puede caer más bajo, siempre es posible un peldaño más hacia el sótano. Ahora los padres de la patria se alistan a elegir, con conocimiento de causa, a quien sería un operador parlamentario de la minería ilegal como la que opera en Madre de Dios, Puno, Piura, La Libertad y otras zonas donde han creado verdaderos enclaves en que la autoridad del Estado es casi nula pues las mafias, incluso armadas, hacen lo que les da la gana con total impunidad.