Por Iván Arenas.Quiruvilca: 4,000 metros sobre el nivel del mar. Acabo de regresar de una zona que está a un pie de convertirse en el nuevo Pataz. Quiruvilca, distrito minero en la provincia de Santiago de Chuco, está a tres horas de Pataz, lugar donde se ha concentrado la criminalidad en minería ilegal. Quiruvilca es parte del batolito andino polimetálico; Pataz del rico batolito que lleva su nombre. Ojo, también hay carbón, mucho carbón que es exportado a otros países que han flexibilizado las leyes contra el carbón. De los 408 inscritos en el Reinfo 261 están vigentes, en tanto que 177 están suspendidos. No obstante, de acuerdo a los cálculos de la Policía Nacional local (que dicho sea cuenta con menos de 10 efectivos) hay números más y números menos casi 5 mil mineros ilegales. En 2020, la unidad minera Quiruvilca, cuyo dueño era un ciudadano boliviano, quiebra, no obstante nunca se hace un cierre de mina de acuerdo al instrumento ambiental. Ello originó que cientos de mineros, entre informales/en vías de formalización e ilegales, se hagan dueños de las labores. Quiruvilca está asentada sobre cerros llenos de túneles y socavones. Aunque no se quiera decir a viva voz, las bandas criminales ya han pisado la zona. Los primeros extorsionados son los mineros en vías de formalización, para que luego -en los próximos meses- lo sean las empresas mineras formales que están la zona; como ocurre ahora en Pataz, todo indica que sucederá lo mismo.