Por Roque Benavides, presidente del directorio de Compañía de Minas Buenaventura.Para que un país sea atractivo para la inversión, desarrolle su economía y alcance la competitividad, a fin de luchar contra la pobreza y generar bienestar social, necesita instituciones sólidas. En el Perú, las instituciones se han visto deterioradas por la crisis e inestabilidad, afectando su imagen al punto de estar a un peldaño de perder el grado de inversión. Y es que las calificadoras de riesgo no solo evalúan las cifras macro económicas, sino también la institucionalidad democrática.Debido ala complejidad de nuestra realidad, se requiere distintas re formas que deben ser lideradas por el Estado, con la colaboración del sector privado y la sociedad civil. Podemos ensayar tres objetivos que creemos relevantes.Primero, respetar la ley y el Estado de derecho en un marco de diálogo y transparencia. Segundo, reformar y fortalecerlos partidos políticos para generar consensos por el bienestar social. Y tercero, mejorar los recursos de las instituciones para su buen funcionamiento, con innovación y tecnología.Debemos reflexionar especialmente sobre los partidos políticos auténticos, no los "cascarones" que participan en las elecciones con intereses particulares, sino aquellos que contribuyen con la cultura democrática con políticas de largo plazo y propuestas coherentes. Es prioritario impulsar una democracia representativa para el ejercicio de una ciudadanía activa y comprometida, y fortalecer los partidos escuelas, que sean centros de formación política y no trampolines para acceder a un puesto público. Los partidos deben ser centros de pensamiento para una sociedad más justa y coherente.