Dina Boluarte enfrenta una desaprobación histórica del 5%, la más baja en América Latina, con un gobierno que ha sido testigo de protestas violentas y una economía en declive, con aumento de criminalidad y pobreza en el país. A pesar de la presión para adelantar las elecciones, según The Economist, el Congreso peruano, con solo un 4% de aprobación, ha impedido cualquier cambio que pueda acortar su mandato debido a intereses propios."En los últimos tiempos, Perú se ha acostumbrado a los intentos de juicio político, las amenazas de disolver el Congreso y las acusaciones de golpismo en batallas incesantes entre el presidente y el Legislativo. Sin embargo, el año pasado se produjo una paz inquietante entre Dina Boluarte, presidenta desde diciembre de 2022, y el Congreso. Esto se debe a que ambos son profundamente impopulares", señala al inicio del artículo de la revista inglesa.En la publicación titulada "La presidenta de Perú sobrevive porque no está al mando", se plantea la siguiente pregunta: ¿Por qué, pese a todos los antecedentes, Boluarte se mantiene estable en su lugar? La respuesta al pacto entre ambos poderes del Estado sería que "ella no dirige el país, los que están a cargo son los legisladores de derecha y centristas que dirigen el Congreso". (Edición domingo).