El gas de Camisea es una realidad y el presidente Alejandro Toledo no pierde oportunidad paraobtener réditos políticos de uno de los más importantes logros de su gobierno, sin importar que por hacer anuncios de impacto caiga en ciertas imprecisiones.Lo que sucede es que ayer, al entregar el segundo lote de cocinas del programa Mi Cocina, mencionó que entre los objetivos de esta iniciativa estaba que el gas de Camisea llegue a las personas más humildes, por lo que junto con la cocina se les entregaba dos balones de gas gratis que les permitirán ahorrar 50% de costo en combustible.Entre las inexactitudes en las que se incurrió figura que el gas natural de Camisea no estará disponible a través de balones, como los que les se entrega a las madres, sino por tuberías, por lo que las cocinas regaladas necesitarán una modificación. Además, el tiempo que se necesita para que esto se concrete dependerá de la zona donde esté el comedor. Toledo aprovechó para hacer otro anuncio, que a algunos les sonó a populista: que identificarán los asentamientos humanos más pobres para entregar 15.000 cocinas a los comedores populares que todavía usan kerosene.