El próximo 26 de julio se realizaría la elección de la nueva Mesa Directiva del Congreso y, con ello, llegará a su fin la gestión de Alejandro Soto, quien estuvo en el ojo de la tormenta a raíz de diversas decisiones personales, políticas y administrativas que fueron muy criticadas.El titular del Parlamento ha sido objeto de diversas denuncias. Desde haberse beneficiado con una ley aprobada en el Parlamento (`Ley Soto"), lo que hizo que se salvara de una condena de ocho años y ocho meses de prisión por el presunto delito de estafa y falsedad genérica, hasta de un presunto plagio en su tesis de doctorado.Su gestión también estuvo marcada por los diversos gastos reportados y las decisiones administrativas polémicas que estuvieron bajo la lupa, como por ejemplo, el incremento de la asignación por función congresal de S/7,617 a S/11,000, que causó molestia e indignación debido a que nos encontramos en plena crisis económica. En cuanto a la relación con el Ejecutivo, la gestión de Soto priorizó los diversos pedidos y proyectos enviados por la presidenta Dina Boluarte. Es más, se aprobó hasta en dos oportunidades un pedido de delegación de facultades; sin embargo, el Parlamento continuó con las interpelaciones a ministros y se censuró a uno de ellos, de la cartera de Interior (Vicente Romero).