Flanqueada por seis ministros, la presidenta Dina Boluarte volvió a responder ayer a la prensa luego de 93 días de esquivas. No atendía a los medios desde el 5 de abril, tras caer en contradicciones por la posesión de relojes y otras joyas que le entregó el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima.No obstante, pese a la expectativa que generó la conferencia de prensa convocada por Palacio de Gobierno, la presidenta evadió preguntas sobre los principales cuestionamientos en su conde tra. También evitó pronunciarse sobre las últimas decisiones del Congreso.Además de no precisar si observará la ley que modifica la definición de organización criminal, tampoco expresó su posición al requerírsele un pronunciamiento sobre la ley que delimita los alcances de los delitos de lesa humanidad. "Igual, todavía no ha llegado al Ejecutivo. Esperemos, en el plazo correspondiente, que lleguen. Los sectores lo revisarán", refirió. La autógrafa la ley ingresó al despacho presidencial cuatro horas antes de la conferencia. También guardó silencio cuando se le preguntó por qué no viajó a Amazonas tras conocerse que un grupo de profesores había violado durante años a niños de las comunidades awajún y wampis con impunidad. Derivó el tema a Morgan Quero, ministro de Educación, que hasta ese momento participaba como espectador.