Por Richard Arce.Para la gestión de los conflictos sociales en la actividad minera es determinante la comunicación política, que evidentemente tiene que ser concertada con los actores del gobierno y la empresa que tiene la concesión, para que puedan manejar un solo lenguaje y el timing, si es que quieren gestionar de manera eficiente la conflictividad y evitar que escale y haga insostenible un proyecto minero.Y creo que este es el principal problema que tiene hoy el proyecto minero Tía María, emblemático de las luchas sociales en el sur, que tiene muchos pasivos que incluyen el desprestigio histórico que ha tenido la Southern, justamente por los pasivos ambientales, acumulados en décadas en estas regiones del sur. La comunicación hacia la población del ámbito de influencia es determinante, se debe hacer con criterios de ponderación, mesura y prudencia.