La historia del Perú de los últimos diez años está llena de políticos que solo han sabido probar el oprobio popular. Ahí, en un clima crispado y desconfiado, el exmandatario Martín Vizcarra es una excepción. Dejó la presidencia con altos niveles de apoyo ciudadano y, en una cancha de pigmeos, destaca como un potencial candidato para el 2026.No lo merece. El exgobernador regional de Moquegua enfrentará un juicio a partir del 28 de octubre por presuntamente recibir S/1 millón de Obrainsa para adjudicarse el proyecto Lomas de Ilo, y otros S/1,3 millones del consorcio liderado por ICCGSA para obtener la licitación del Hospital de Moquegua. Fueron precisamente revelaciones vinculadas a estos casos las que gatillaron la vacancia de Vizcarra en noviembre del 2020 por parte del Congreso. La fiscalía superior del equipo especial Lava Jato lo acusó recientemente también por el delito de colusión, con lo que el pedido total de condena asciende a 25 años de prisión.(Edición domingo).