Apenas unos días antes, en este mismo espacio, destacábamos el reinicio de actividades en Tía María, pero el miércoles, lamentablemente, se registraba otro ataque terrorista contra una minera en La Libertad. La empresa Summa Gold Corporation fue objeto de un violento asalto con fusiles, ametralladoras y cartuchos de dinamita, cuando ni siquiera había pasado una semana de haberse producido una agresión similar a las excavaciones de Marsa, que opera no muy lejos de allí, en la misma región liberteña.Aunque no hubo pérdidas humanas, ya que la mayoría de los trabajadores logró ponerse a cubierto al comenzar la balacera, los explosivos causaron destrozos en maquinarias y oficinas de la concesión.¿Y las fuerzas de seguridad? Brillando por su ausencia como se ha hecho costumbre en la zona, cuando es tarea del Estado garantizar que ciudadanos y empresas puedan operar en paz siempre que lo hagan bajo los términos que la ley define. Es decir, trabajar y dar trabajo legalmente.Pareciera que ya no solo el gobierno regional del señor Acuña ha abdicado de su condición de autoridad y liderazgo, sino que el propio Estado peruano ha decidido replegarse de la zona, convirtiéndola así en tierra de nadie. Y en una tierra de nadie, se sabe, mandan quienes tienen la fuerza, que en este caso se traduce en el gran poder de fuego de las bandas criminales.