A finales de la semana pasada, Southern Copper Corporation (SCC), a cargo de Tía María, anunció que el proyecto minero ubicado en el Valle de Tambo, en Arequipa, reanudaba sus operaciones después de cinco años. Como se recuerda, en julio del 2019, la empresa recibió la licencia de construcción del Estado -el último requisito que le faltaba-, pero decidió suspender sus operaciones mientras buscaba vencer las resistencias que el proyecto generaba entre algunos vecinos de la zona.Unas resistencias que, en palabras del presidente de SCC, Óscar González Rocha, han disminuido "notablemente" en los últimos años. Según explica González en una entrevista publicada hoy en El Comercio, la empresa ha venido conversando "con los agricultores del Valle de Tambo y ellos están de acuerdo con que Tía María inicie" y se ha comprometido además a construir una represa para que los vecinos "tengan almacenamiento de agua y se les pueda dar la cantidad de recursos hídricos que necesitan para la mejoría en su agricultura". Este punto es medular, pues no olvidemos que el miedo ante la posibilidad de una escasez del agua que utilizan los agricultores del valle para sus actividades fue una de las principales banderas que se agitaron en su momento para oponerse al proyecto.