Tras dos meses de inflación negativa -disminución del IPC-, en junio volvieron a registrarse tasas positivas, tanto a nivel nacional como en Lima Metropolitana: 0.07% y 0.12%, respectivamente. Con estos resultados, el primer semestre del año cerró con inflación acumulada de 1.3%, en promedio para las 26 ciudades que sondea el INEI (incluida Lima), y de 1.57% en la capital. Además, la tendencia de años recientes, de que era más caro vivir en el interior del país, se ha revertido, pues los precios al consumidor están mostrando un mayor incremento en la metrópoli limeña.No es recomendable tener deflación, ya que puede ocasionar disminución del gasto y la inversión privadas -el gasto del sector público peruano no responde necesariamente a factores macroeconómicos sino a los designios del Congreso y los gobiernos subnacionales-. No obstante, al menos en abril, la deflación habría sido reflejo del fuerte rebote de la agricultura. Sin las alteraciones causadas por El Niño costero, la oferta de productos agropecuarios superó la demanda, y sus precios bajaron. Y la deflación de mayo hizo que, a inicios de junio, el BCR pause por segunda vez en el año la reducción de su tasa de interés (la primera fue en marzo). El jueves de la próxima semana decidirá si la pausa continúa, o no.