Por Luis Miguel Castilla, director ejecutivo de Videnza Instituto.Hay una creciente preocupación por el cambio climático a nivel mundial y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).En este contexto, la comunidad internacional ha establecido objetivos ambiciosos de reducción de emisiones, que exigen una transición energética rápida y profunda. Similar a las tendencias globales, el Perú se encuentra en un proceso de transición con el objetivo de reducir las emisiones de GEI, mejorar la seguridad energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados. Para ello, se han implementado diversas políticas y medidas para acelerar este proceso y otras más están en discusión en el Congreso. La transición energética en el Perú enfrenta desafíos importantes para lograr un proceso exitoso y sostenible. Entre ellos destaca la necesidad de contar con un marco legal que establezca políticas equilibradas y adecuadas a la realidad de nuestro país. Esto implica que iniciativas legislativas orientadas a promover una transición a las energías renovables no convencionales tomen en cuenta el "trilema energético": lograr un equilibrio entre competitividad, sostenibilidad ambiental y seguridad en el suministro. Lo anterior implica, claro está, considerar también en el análisis el impacto económico que cambios normativos podrían acarrear.