La propuesta expuesta por Oliver Stark a Gestión es clara. Pero, en un contexto donde la petrolera "se ajustaría el cinturón", se requiere que el Estado también tome acciones desde su lado. Así se plantea un menú financiero, que no implicaría inyección directa de recursos. El menú incorporaría nuevas capitalizaciones de préstamos antiguos; extender plazos de vencimiento de ciertas líneas de cartas de crédito, de documentos en cobranza, de otros créditos vía Banco de la Nación.Pese a la meta de llegar a ese año con una empresa de mejor semblante, Stark reconoció que hoy la petrolera enfrenta un déficit de capital de trabajo que consideró grave, calculado en US$2,200 millones. Reconoció además que la deuda de largo plazo de Petroperú se sigue incrementando, y que a la fecha asciende a US$6,500 millones, lo que constituye un aumento importante, y que "cada día que pasa es peor".
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