Claro, directo y sin medias tintas. El canciller Javier González-Olaechea volvió a pronunciarse sobre los cuestionamientos que, a través de un comunicado, formularan hace poco más de una semana las embajadas de 16 países respecto al dictamen aprobado en la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, que fortalece el rol de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) y ayuda a transparentar el uso de los recursos económicos que reciben las organizaciones no gubernamentales (ONG) de la cooperación internacional. En esta ocasión, sin embargo, el ministro no lo hizo ante la prensa, sino en la ceremonia conmemorativa por los 80 años de relaciones entre Perú y Canadá, en la que estuvo presente Louis Marcotte, embajador canadiense, precisamente uno de los países firmantes del documento al que hizo alusión el canciller.Fue el diplomático norteamericano el primero en dar una alocución casi coloquial, destacando las buenas relaciones entre ambas naciones. En ese mismo tono empezó su discurso González-Olechea hasta que destacó que "para hablar de amistad, (el diálogo) tiene que ser franco y respetuoso"."Yo no puedo ser amigo de Pedro si Pedro en mi casa me dice algo altisonante o me cuesta cultivar esa amistad, que profundamente aprecio en el caso de Canadá. Hablando en términos hipotéticos y condicionales, supimos de algunos pronunciamientos que no fueron los más felices, que no fueron los más oportunos, porque se refirieron a un proyecto, ni siquiera a una ley. Para que seamos amigos de verdad, como creo que realmente lo somos, hay que decir las cosas con todo respeto", subrayó.(Edición sábado).