Desde hoy y por un periodo mayor a un mes calendario, los congresistas se van de vacaciones. Sin pena ni gloria, ayer culminó la segunda legislatura del Parlamento, que dejó abierto un abanico de iniciativas legislativas que han despertado sendas críticas. En la previa, los gremios empresariales más importantes del país emitieron un pronunciamiento para señalar que "las decisiones del Congreso ponen en mayor riesgo la seguridad ciudadana y la lucha contra el crimen organizado".Hacían referencia al proyecto de ley, aprobado en primera votación, que incorporaría como requisito para ser organización criminal que estos grupos delictivos controlen "la cadena de valor de un mercado o economía ilegal", lo cual, advirtieron, dejaría fuera a los condenados por extorsión, secuestro y asalto. Nada más y nada menos.También se expresaron "en total desacuerdo con que los allanamientos deban darse con la presencia del investigado y su abogado, lo que implica perder el factor sorpresa de estas intervenciones e incluso facilitaría el eventual ocultamiento de pruebas de los casos".(Edición domingo).