Las constantes intervenciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en las acciones de fiscalización y control político del Congreso han motivado críticas de expertos en política internacional. Estos no descartan que el accionar de este organismo supranacional obedezca a la protección de intereses particulares de la izquierda en los países del continente americano.En diálogo con EXPRESO, el excanciller Miguel Rodríguez Mackay sostuvo que este organismo busca cualquier pretexto para perjudicar a las instituciones contrarias a sus ideologías.