La elección del doctor Francisco Távara Córdova como nuevo presidente del Poder Judicial para el período 2007-2008 es una buena noticia. Su trayectoria profesional y ética, sobre todo al frente de la Oficina de Control de la Magistratura, lo calificaba como uno de los mejores candidatos para afrontar, con realismo y firmeza, los graves retos de la institución y acabar con la ineficiencia y la corrupción. La elección ha sido reñida, pero ahora hay que mirar hacia adelante. Es positivo que Távara se haya mostrado a favor de liderar la reforma judicial, con ayuda de la sociedad civil, haciendo marcado hincapié en "la autonomía de la magistratura" y advirtiendo que no permitirá "injerencias negativas del poder político o de otro tipo".Se trata de condicionamientos básicos, con los que nadie puede estar en desacuerdo. Como lo hemos explicado antes, la reforma se hace absolutamente impostergable, no solo para recuperar el prestigio perdido del PJ, sino también para devolver su razón de ser a un poder fundamental del Estado.Claro que debe respetarse la autonomía jurisdiccional y administrativa del PJ. Pero esto no significa que se permita el nocivo espíritu de cuerpo para dejar las soluciones de la crisis institucional solo a cargo de los jueces. El PJ pertenece a todos los peruanos, por lo que la evaluación, debate e impulso de la reforma debe comprender también a los otros poderes del Estado, como el Congreso.Existe un proyecto básico, preparado por la Ceriajus, cuyos fructíferos aportes tienen que ser considerados, empezando por aquel que propone un cambio sustancial en la estructura y composición de la Corte Suprema. La premisa es que solo una CS reducida, aliviada de la carga procesal que hoy la abruma e integrada por juristas notables podrá liderar esta reforma. Por ello, no se puede dejar pasar la oportunidad de ocupar las cinco plazas hoy vacantes en la Corte Suprema impulsando el ingreso de este nivel de juristas.El doctor Távara tiene una gran labor por delante. Cuenta para ello con trayectoria y currículum. Ahora debe actuar. Ojalá que lo dejen.