EL PREMIER Y LOS MINISTROS IMPROVISAN UN VIAJE A PUNO Y NO LES FUE BIEN

Nada pudo evitar el rechazo, la protesta, los gritos y los insultos. Gustavo Adrianzén y su comitiva llegaron ayer a Carabaya. En ese Puno que le sigue reclamando y exigiendo a este Gobierno justicia para sus muertos. Lo hicieron casi a escondidas, en un absoluto secretismo. Un equipo de avanzada del Ejecutivo había pisado la ciudad un día antes para coordinar acciones de seguridad y evitar cualquier recibimiento violento. En Carabaya, la noticia de que el premier y tres de sus ministros llegarían a Macusani se hizo extensiva entre los pobladores recién horas antes. A las 10:30 horas Adrianzén y sus ministros estaban parados en el estrado que se levantó en la plaza de Armas. Allí estaban el alcalde provincial, autoridades, los artistas programados en esa actividad de bienvenida, los pobladores; y también familiares de los muertos que dejaron las protestas, los que llegaron desde Juliaca y con megáfonos en mano les recordaron sus tragedias.