El Ministerio Público acaba de salir de un tormentoso bucle de siete meses, que se abrió con la suspensión de Patricia Benavides y se cerró el último miércoles con su destitución, para entrar a otra secuencia de acontecimientos que definirá su futuro próximo. Si bien ya es definitivo que Benavides no retomará la conducción de la Fiscalía, el regreso de Zoraida Ávalos como fiscal suprema, tras lograr que se admita una acción de amparo, determinará el camino que seguirá la institución en los siguientes tres años. Ayer, la Tercera Sala Constitucional de Lima ordenó la reposición inmediata de Ávalos al advertir que la entidad dirigida por Juan Carlos Villena, el fiscal de la Nación interino, no oficializaba su retorno desde el 15 de mayo último.