Si algunos pensaron que la reunión entre el presidente Alan García y el ex mandatario Alejandro Toledo, en Palacio de Gobierno, iba a servir para apaciguar los ánimos en Perú Posible y, sobre todo, para frenar las demandas que el líder de la chakana anunció, se equivocaron. Ayer, representantes legales del ex gobernante presentaron ante el Poder Judicial dos recursos, uno de los cuales es una denuncia por difamación contra el procurador ad hoc Gino Ríos, porque consideran que sus acusaciones no tienen sustento, forman parte de una campaña de difamación y dañan gravemente la imagen de Toledo en el país y en el extranjero, donde cumple actividades académicas.La segunda acción legal es un hábeas corpus para impedir que se limiten los derechos fundamentales del ex presidente, como el de libre circulación por el territorio peruano. Esto a raíz del pedido de impedimento de salida del país cuando retorne a Lima.