Por Jessica Luna, directora ejecutiva de ComexPerú.La minería crea oportunidades de desarrollo descentralizado y genera recursos para el Gobierno, central, los regionales y los municipales. El canon y las regalías mineras han sido claves para los presupuestos de inversión pública. Estos recursos deberían ser invertidos en escuelas, hospitales, agua y saneamiento. En el 2023, la minería financió 1 de cada 2 soles del presupuesto de inversión pública de los municipios.Los recursos que reciben tanto gobiernos regionales como locales en las zonas mineras han sido crecientes. Pudieron ser mayores, incluso, si en algunas regiones como Cajamarca las campañas contra la minería formal no hubiesen avanzado.En dicha región, entre el 2008 y 2023, se transfirieron S/5,148 millones por canon y regalías mineras. En Puno fueron S/3,499 millones. En Arequipa, en ese periodo, se pagaron S/11,573 millones. En dicho departamento, mientras que, en el 2008, el canon y regalías mineras sumaron S/490 millones, en el 2023 alcanzaron los S/1,065 millones.Y son los alcaldes los que más recursos reciben de la minería. Solo en el 2023, las transferencias por canon y regalías mineras a municipios y gobiernos regionales sumaron S/5,346 millones y S/1,563 millones, respectivamente.Sin embargo, los movimientos antimineros, sumados a la burocracia y la tramitología, petardean la inversión minera. Se ahuyenta la inversión privada y con ello hay menos recursos para invertir en obras y el cierre de brechas sociales en áreas como salud, educación e infraestructura. Los movimientos antimineros condenan a la pobreza y el hambre a la población. Y siempre buscan culpar a otros.