Más han sido sus enfrentamientos, sus excesos verbales, sus amenazas, sus pretextos que sus obras o el cumplimiento de sus promesas electorales. Lima no avanza, su municipio está endeudado y los ciudadanos pagarán las consecuencias.Rafael López Aliaga sigue desdibujado y su gestión naufraga en medio del rechazo de la mayoría de los limeños. Una reciente encuesta de Ipsos para Perú21 coloca al burgomaestre con un 32% de aprobación, un punto menos que la medición de abril pasado. Mientras, el rechazo a la labor del también líder de Renovación Popular alcanza el 59%.