El indulto, y por razones humanitarias, no lo ha liberado de sus delitos. Él lo sabe y no le importa. No ha pagado tampoco un sol de la reparación civil de 57 millones de soles por los tres casos por los que fue sentenciado. Él sabe y no le importa. Cinco meses después de haber quedado en libertad tras haber cumplido solo 16 de los 25 años de prisión que le ordenó la justicia por la matanza de Barrios Altos y La Cantuta, y otras penas menores por delitos de peculado, corrupción, y usurpación de funciones, entre otros, el expresidente Alberto Fujimori se atrevió, sin vergüenza alguna, a solicitar al Congreso una pensión vitalicia, combustible, asistente y seguridad. Pero los peruanos no olvidan. Tienen memoria. La mayoría rechaza este atrevimiento del exmandatario que pretende verle la cara al país. La última encuesta que Ipsos elaboró para Perú21 revela que el 70% no está de acuerdo con lo solicitado por Fujimori. El rechazo a este pedido se eleva a 72% en provincias. Un 27%, en tanto, sí apoya que se le otorgue la pensión al indultado ex jefe de Estado.