Por Jaime de Althaus.Hace dos sábados se llevó a cabo en Chala una cumbre de mineros informales a la que asistieron alrededor de 7.000 mineros para discutir la problemática y demandar una ley de minería pequeña y artesanal que les permita formalizarse. El asunto es de máxima importancia porque, como se sabe, el Reinfo, que es usado como patente de corso por mineros ilegales para que la policía no pueda incautar ni siquiera el oro robado, vence el 31 de diciembre. Entonces es de alta necesidad producir antes de esa fecha un plan serio y realista de formalización para que no se vuelva a prorrogar ese instrumento nocivo.Por supuesto, la intensidad de la demanda y la cantidad de personas dedicadas a esta actividad convierten a este sector en un interesante bolsón electoral. Por eso asistieron al evento líderes políticos de tendencias incluso opuestas. Estuvo, por ejemplo, Rafael Belaunde Llosa, de Libertad Popular, que tiene una propuesta de formalización, pero también acudió Guido Bellido, que ya lanzó su candidatura presidencial.Iván Arenas ha hecho notar en “Perú 21? que llama la atención que, siendo los mineros informales capitalistas populares, Guido Bellido, que es comunista ortodoxo, pretenda representarlos. Antauro Humala no estuvo, pero no pierde oportunidad de defender a quienes llama los mineros ‘nativos’ frente a la gran minería transnacional. Bellido y otros azuzan la idea de que los informales no se pueden formalizar porque la mediana y la gran minería se oponen. Es decir, incitan a la lucha de clases, cuando en realidad estamos hablando de pequeños empresarios que quisieran efectivamente crecer en la economía legal.(Edición sábado).