Hace unas pocas semanas, el ministro de Energía y Minas (MEM), Juan Valdivia, fue interpelado por el Congreso de la República. ¿El motivo? La contaminación generada en el país por las industrias minera y petrolera.El problema existe desde hace mucho tiempo y la gran mayoría de los conflictos sociales entre población y empresa minera se han suscitado por este tema, pero ¿qué alternativas de solución existen dejando de lado el show político y mediático?Carlos Aranda, presidente del Comité de Asuntos Ambientales de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), señala que los pasivos ambientales "existen incluso desde la época colonial, cuando no había una cultura de protección al medio ambiente".Por eso, una vez que se toma conciencia de la importancia del tema, el gobierno aprueba en 1996 una norma por la cual todas las empresas mineras están obligadas a presentar y ejecutar un Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), con el objetivo de adaptar sus emisiones a los límites máximos permisibles. El plazo de ejecución era de 5 años para el caso de explotación minera y 10 para las fundiciones, como La Oroya. Según ha señalado el representante de la SNMPE, "se presentaron 69 PAMA de explotación minera, de los cuales sólo faltan ejecutar dos".En tanto para el caso de las fundiciones, a Doe Run, propietaria de la fundición de La Oroya, el gobierno le dio plazo hasta el 2009 para terminar de ejecutar su PAMA, mientras que la fundición de Ilo, propiedad de Southern Perú, está dentro del tiempo establecido para ser ejecutado, el mismo que vence el 31 de enero de 2007.(Edición domingo).