ANEMIA POLÍTICA
7 de mayo de 2024

Un gobierno sin representación parlamentaria significativa es un gobierno cuya vida discurre de una crisis a otra. Lo aprendió amargamente Pedro Pablo Kuczynski cuando llegó a la presidencia; y también su sucesor, Martín Vizcarra, quien pensó que una alta popularidad bastaba para tener a la representación nacional contra las cuerdas y, sin embargo, fue arrasado por el caos político que tan denodadamente contribuyó a crear. La misma lección le tocó aprender a la actual mandataria cuando llegó a Palacio, solo que en su caso el proceso fue más rápido. Nada más ceñirse la banda presidencial, en efecto, ella comprendió que sus planes de extender su mandato hasta el 2026 -como ordenaba y ordena la Constitución- dependía de la buena disposición de una difusa mayoría congresal que lo que buscaba era, esencialmente, tener a una persona funcional a sus intereses al frente del Ejecutivo. Y Dina Boluarte se sometió a ello sin dudas ni murmuraciones.