Por Carlos Basombrío Iglesias, analista político y experto en temas de seguridad."Somos un partido de izquierda socialista y buscamos el cambio a través de una Constitución. Vamos a devolver la esperanza, devolver un futuro diferente, vamos a cambiar la estructura económica del país".¿Quién lo dijo? ¿Cerrón? ¿Castillo? No, ¡Boluarte!Así pensaba ella, concordante con su militancia de varios años en Perú Libre. De hecho, postuló tres veces a elecciones por ese partido. Primero a la alcaldía de Surquillo y, luego, al congreso complementario; en ambas, sin mayor suerte.En la tercera, con un recién llegado Castillo, se sacaron el boleto premiado. El desprecio por su falta de "trayectoria político-partidaria" lo resumió bien Guido Bellido, otro de los "históricos" de Perú Libre: "Tengo la convicción plena de afirmar que su práctica no corresponde a una formación política de izquierda, sino a un nivel sindicalista básico".Pero cuando se produjo el patético intento de golpe y llegó a la presidencia, ella se transformó. Se dio cuenta de que los vientos habían cambiado y si quería sobrevivir le tocaba voltear a la derecha.