OPORTUNIDADES PERDIDAS
24 de abril de 2024

Hace algo más de diez años, el Gobierno de Ollanta Humala adoptó el discurso antiminero, que blandía el argumento del riesgo ambiental que, afirmaba, era inherente a la minería. Está demostrado que eso es falso, a menos que se trate de la extracción ilícita, que sí contamina. "Conga no va", fue el grito de batalla de los antimineros -Humala lo repitió en varias ocasiones-. Y efectivamente, ese yacimiento de cobre y oro nunca pudo convertirse en mina operativa. Lo mismo le ocurrió al proyecto cuprífero Tía María y a otros más.Es una lástima que un Gobierno que emprendió reformas estructurales claves haya tenido tan poca visión de un sector que poseía el potencial de ser la base del pendiente desarrollo socioeconómico del país. Los gobiernos de Kuczynski y Vizcarra hicieron poco para revertir la situación, y el de Castillo la agravó. El actual Congreso y el anterior, con sus leyes que atentan contra la institucionalidad, crearon más incertidumbre. Y las consecuencias de esa miopía se están viendo ahora. La cotización internacional del cobre está en alza, de modo que cabría preguntarse: si Conga y Tía María no hubiesen sido trabadas, y estuviesen operativas -desarrollar una mina suele demorar una década-, la minería cuprífera peruana hubiese podido sacarle más provecho al precio del metal. Mayores ingresos mineros significan mayores recursos para el fisco.

  • [Gestión,Pág. 4]
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